*Busca un momento de paz y de silencio. La fe, aunque sea celebrada, conviene cuidarla personalmente.
*Participa activamente en algún movimiento o grupo. La fe se vive mejor cuando se contrasta.
*Interésate por tu lugar dentro de la parroquia. Siempre hay un sitio libre para una idea y para alguien que la lleve a cabo.
*Fórmate en tus principios cristianos. Una realidad tan rocambolesca como la actual, exige creyentes convencidos y fundados.
*No te pierdas la Eucaristía dominical y, si puedes, márcate algún día entre semana para no perder el hilo conductor de la Palabra de Dios.
*Desempolva la Biblia. ¿Dónde la tienes guardada? ¿La utilizas o quedó en un adorno?
*Preocúpate de las carencias de los que viven alrededor. La parroquia es una casa donde siempre hay necesidades.
*Agarra gusto por la oración. Un cristiano sin oración es una persona a la deriva, sin orientación divina.
*Celebra tu fe con optimismo e ilusión. Creer en Jesús es lo más grande que uno puede tener.
*Ama a la Iglesia. ¿Que tiene defectos? ¡Por supuesto! Si no los tuviera, no tendrías cabida en ella. Si, por el contrario, tú eres mejor…ella ya será un poco más santa.
*Involúcrate en la dimensión social de la parroquia. La pastoral social o cualquier movimiento destinado a los más pobres, te lo agradecerán.
*Pregunta por las posibilidades de incorporarte en algún movimiento juvenil. Si, en la parroquia, no existe, la iglesia es mucho más grande que todo eso.
Catecismo para adultos. Para adultos que no han recibido el sacramento de Bautismo. También es para los adultos ya bautizados que quieren recibir Comunión y/o Confirmación. Las clases tienen lugar los sábados. Se ofrece esta clase también para los adultos que quieren aprender más de su fe. Para asistir a esta clase tiene que tener 17 o más años. *Contacte: Yolanda Nieto, 256-891-0550 ext. 104